Queridos lectores...

Queridos lectores...

... en este blog no os prometo fotografías alucinantes ni mucho menos historias entrañables. Sí es eso lo que esperáis encontrar, os recomiendo continuar con la búsqueda.

Sin embargo sí que plasmaré ideas reales, sentimientos vividos y quizás experiencias excitantes. Por que ésto que tenéis ante vosotros, no es un libro de J.K. Rowling, sino el blog de un adolescente. El blog de todavía un crío que no dudará en acudir a él para desahogarse de sus problemas y transmitir las sensaciones que invaden su pecho.

Así que sin más dilación, sólo me queda daros la bienvenida. "Bienvenidos seáis a las nevadas cumbres de mi memoria".

sábado, 1 de octubre de 2011

Monotonía

No sé si soy el único ser humano en el planeta Tierra al que le pasa, pero me he dado cuenta de que la vida es una constante monotonía. La monotonía de andar, de respirar, de pensar e incluso, en el peor de los casos, de amar. 


Los días pasan, y pienso que ningún momento de nuestra vida se repetirá una segunda vez. De hecho, los segundos que estoy empleando en redactar esta mísera entrada no volverán nunca, al igual que tampoco lo hacen los que empleas en dormir, en comer, en estudiar... La vida es monotonía, y eso sucede porque no sabemos apreciar el tiempo que ésta pone a nuestra disposición. Y aunque, muchos optimistas vean la vida de mil colores diferentes, yo la sigo viendo en blanco y negro. La contemplo como quien observaba la televisión en los pasados años sesenta. Porque sí: así soy yo.


Todas las calles que paseemos son siempre las mismas, sea quien sea tu acompañante. El aire que respiramos es siempre el mismo, sea cual sea el lugar de residencia. La sangre que fluye por nuestras venas es siempre la misma, independientemente del contenido en oxígeno que ésta presente. La música que escuchamos suele ser siempre la misma, sea cual sea nuestra edad, así como nuestro estado de ánimo. Nuestra identidad es siempre la misma, donde sea que vivamos... Y aunque parezcan pequeños detalles, de hecho, insignificantes, estos datos son el inicio de una interminable lista. La rutina, la constancia y la monotonía se ha convertido en el pan nuestro de cada día. 


Viviendo en un mundo donde lo bueno se recalca en el blanco, y lo malo se oculta bajo lo negro. Así es como nos encontramos. Sin embargo yo lo tengo claro: no permitiré que esto reine en mi vida. Pues siempre conoceré gente nueva, haré cosas diferentes y lo más importante... encontraré esos pequeños momentos de felicidad que me saquen de esa monotonía y me permitan ver la vida como realmente es: preciosa y policromática.



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