Queridos lectores...

Queridos lectores...

... en este blog no os prometo fotografías alucinantes ni mucho menos historias entrañables. Sí es eso lo que esperáis encontrar, os recomiendo continuar con la búsqueda.

Sin embargo sí que plasmaré ideas reales, sentimientos vividos y quizás experiencias excitantes. Por que ésto que tenéis ante vosotros, no es un libro de J.K. Rowling, sino el blog de un adolescente. El blog de todavía un crío que no dudará en acudir a él para desahogarse de sus problemas y transmitir las sensaciones que invaden su pecho.

Así que sin más dilación, sólo me queda daros la bienvenida. "Bienvenidos seáis a las nevadas cumbres de mi memoria".

sábado, 31 de diciembre de 2011

Lo que realmente te deseo para este año...

Hace mucho que no escribo en este blog, pero creo que esta es una buena ocasión para hacerlo.


Hoy es 31 de diciembre de 2011. El año se acaba, y con él, son muchos los recuerdos que atrás quedan. Recuerdos bonitos, otros no tanto, pero todos igual de especiales pues son vivencias que, por muy mínimamente que sea, nos han cambiado. Esta entrada no tiene como objetivo hacer un balance de lo bueno y lo malo que ha tenido este año, pues eso lo dejo para cada uno en el momento de las uvas. Esas intensas doce campanadas que palpitan al son de nuestro corazón. Esas intensas campanadas que indican que por muy triste que parezca, ya se acabó otro año más. El tiempo es efímero, y es por eso que me limitaré a desearte un feliz año... o mejor no.



Estoy cansado de desear un feliz año a todo el mundo, pues por imposible que parezca, no lo quiero ni para mi. 


Lo que te deseo es que llores, pero no más veces que las que sonríes. Deseo que te enamores, te ilusiones y te hagan daño, para que luego seas tú quien lo haga. Espero que tengas todo lo que quieras conseguir, y que cuando menos te lo esperes, lo pierdas. Deseo que todo te vaya aparente mal, no porque te odie, sino únicamente para que aprendas que en la vida no todo es la tan ansiada y sobrevalorada felicidad, sino que se trata de un juego de azar. Que todo lo que se tiene se pierde, y que es la emoción y la intriga la que hace latir nuestro corazón. La rabia por un amor frustrado, el recelo por la puñalada de un amigo. Todos esos momentos son al fin y al cabo los cruciales, los momentos en los que lloras, en los que desesperas, pero lo más importante: los momentos tras los cuáles, siempre te repones, antes o después. Esos son los momentos que te demuestran que eres fuerte, que tienes luz especial y que brillas como lo hace una estrella tras el ocaso. Que nada es permanente, y que como la vida misma, las emociones son efímeras.


No te lo pienses, y coge el primer tren de la estación aunque desconozcas cual es el destino del mismo. Las oportunidades sólo se presentan una vez, y después se esfuman como lo hacen las ilusiones con el paso del tiempo. Coge el tren equivocado, enamórate y vuélvete a enamorar. Aprueba y suspende. Llora y luego ríete. Haz de tu vida una serie americana, llena de locuras y cosas sin sentido. Piensa, pero por encima de todo: siente


Así, que no desees tener un feliz año, sino uno lleno de errores. Pues los mejores momentos son cuando después de una tormenta, asoma tímidamente el sol.



jueves, 3 de noviembre de 2011

La ONU ya lo ha dicho: hay siete mil millones de personas en el mundo. Entonces, ¿por qué aferrarnos tanto a una? ¿Por qué el ser humano es tan masoquista de luchar por algo que aparentemente no es para él? ¿Por qué? Pues porque nos encanta. Nos gusta. Nos apasiona. Y es que todos necesitamos ilusionarnos y luchar por algo. Necesitamos experimentar la reconfortante sensación de desear a alguien, y que a la larga, ese alguien venga a nosotros. Entonces lo hemos conseguido. Hemos cumplido nuestra ilusión, y, querido amigo, de ilusiones de vive.


Así que no dudes en ilusionarte sin miedo, llorar sólo cuando haya motivos, y sonreír cada día como si éste, fuera el último.

lunes, 31 de octubre de 2011

El secreto del ser humano.

Y sí, no somos más que máquinas dotadas de sentimientos. Donde el corazón es nuestro motor; la nacionalidad, nuestra identidad; y el alma, nuestras esencia.

Momentos.

Ahora, es el momento en el que miramos atrás en nuestras vidas. Justo ahora, mientras tengo una insoportable clase de Citología medito sobre todo lo que atrás quedó. Esas amistades cada día más lejanas, esos amores pasados, esas incertidumbres e ilusiones ya perdidas. Ahora, viendo las fotos de mi graduación, con mi traje negro a conjunto con mis cabellos, con mi corbata azul del color del espléndido cielo en aquellos tiempos.


Es ahora cuando lo echo todo de menos. Y es que, son pequeños detalles que en el momento no valoras, que crees que siempre podrás repetir pero que no los revivirás nunca más allá que en tus recuerdos ya marchitos. Es ahora cuando lo extraño todo. A mis amigos, a mis amores, a mi pasado, y a mi historia. Extraño todo lo que he dejado atrás pero no me importa. Porque hoy estoy feliz: feliz de al menos algún día haber podido compartir un sólo momento con todas esas personas que estoy seguro de que, nunca podré olvidar.

Os quiero a pesar de que hoy no seáis más que los fantasmas de mi pasado ♥





sábado, 22 de octubre de 2011

-Mi primera disección-

Sabía que algún día pasaría, pero nunca me imaginé que fuera de ese modo...
El día 20 de octubre de 2011 vi mi primer cadáver. Estaba impaciente, ilusionado como lo está un niño pequeño en la noche de navidad. Tenía gran curiosidad por saber como sería el cuerpo humano por dentro más allá de las ilustraciones propias de los libros, lo quería ver con mis propios ojos sin tapujos y sin censuras: tal y como es; y lo más importante, quería confirmar si la medicina sería mi vocación, pues pondría a prueba mi temple frente a un muerto.O, como prefieren que lo llamen: "cadáver".
Yo ya me había puesto la bata y caminaba decidido hacia la sala de disección. A medida que avanzaba en el largo pasillo, el olor a muerte se encontraba cada vez más presente. Entre nosotros.
El momento más impactante fue cuando hubo que sacarlos de las cajas metálicas en las que se encontraban. Al retirar la tapa, un fuerte olor a Formol, compuesto que no sólo permite la desinfección sino también la conservación de los tejidos, inundó a los más curiosos que se acercaban a contemplar la escena. Yo fui uno de ellos. El olor se te clavaba en las mucosas produciendo un fuerte picor en garganta y nariz. Los ojos ardían en cuestión de segundos te hacían llorar. Era como si se tratará de una cebolla gigante, con un pequeño toque de amoniaco. Eso hizo que todos retrocediéramos unos pasos, y a los pocos segundos la sensación desapareció. Había sido como un azote que obligaba a los curiosos a alejarse y respetar lo que en esas frías cajas descansaba.
Tras eso, entre tres personas levantaron una bandeja de metal en la que el cadáver reposaba rígidamente boca abajo con su torso cubierto torpemente por una sábana verde, y la depositaron cuidadosamente sobre una mesa metálica también propia de la serie de CSI. Uno de los porteadores debía tirar hacia atrás de los brazos del muerto con fuerza para que no se trabarán al sacarlo de la caja. Al salir los soltaba de modo que éstos, víctimas del rígor mortis, caían agresivamente sobre la metálica mesa produciendo un sonido sordo, hueco y falto de sentimiento como esos brazos lo estaban de vida. Esa fue la primera escena impactante. La manta verde sólo tapaba parte del cuerpo, pudiendo los neófitos contemplar como el culo de los cadáveres estaba plano y lleno de marcas consecuencia de su larga estancia en esas cajas. A los lados, descansaban los brazos y sus dedos de la mano, sin estar cerrados ni completamente extendidos, transmitían tensión. Unas manos que se intentaban agarras a algo. Unas manos que quizás, trataran de aferrarse inútilmente a la vida. Sobre la mesa donde saciaríamos nuestra sádica sed de conocimientos, en el techo, una lámpara al puro estilo dentista iluminaba al cuerpo cubierto que teníamos ante nosotros. Rápidamente nuestro jefe de mesa retiró la manta y pudimos ver el cuerpo de una anciana de unos setenta y pocos años boca abajo con un largo corte en la espalda que se extendía desde la nuca hasta donde tímidamente empezaba el culo. Tenía los blancos cabellos rapados y en su totalidad estaba rasurada. Su piel, llena de lunares y varices, tenía un aspecto gelatinoso. Tenía un tono entre el color de piel natural y el amarillo, y estaba llena de marcas. Al tacto era como plastilina que podías moldear a tu gusto. De hecho, bajo la clavícula y transversalmente, se extendía una arruga como la que se te quedaba en la portadas de los libros cuando no la habías forrado correctamente. La diferencia es que esta vez era de piel y medía varios centímetros.
Tras eso, con los guantes de látex recubriendo nuestras manos nos dispusimos a investigar el secreto que esconde la perfección del ser humano.
En ese momento, me sentí mal. Pero no me sentí mal producto del asco, formol o un mareo que pronto produjo el desmayo de más de uno, sino mal moralmente. Sentía como los muertos estaban ahí dispuestos para nosotros, los vivos, jugar con ellos. Entré en una serie de meditaciones y reflexiones de carácter existencial que no tardaron en hacerme sentir el "Machado" del siglo XXI: lo efímera que resulta ser la vida, y lo injusto que me resultaba esa situación. Yo, un simple alumno de primero de medicina, introduciendo mis descuidados dedos entre nervios, costillas, vértebras y músculos.
Por suerte me resigné a mirarle la cara, pues sabía que ésta me perseguiría a lo largo del día. Y peor sería el caso de tener los ojos abiertos y poder contemplar, en todo su esplendor, el significado de una mirada perdida y falta de emociones. Sin embargo, algo que me cortó la respiración fue su mano: tenía las uñas perfectamente pintadas de lila. Se trataba de una muerte reciente, y lo peor: inesperada, pues dudo que una mujer se pinte las uñas para tratar de así seducir a la muerte. No esperaba que en breve su corazón dejara de latir para siempre. Esa mano que nunca volvería a ser estrechada cariñosamente por nadie. En ese momento empecé a pensar en los familiares que dejó atrás, los planes que tendría para ese día y para los siguientes, los cuáles le habían llevado a decidir que se pintaría tan delicadamente las uñas, donde habrían quedado sus ideales y recuerdos... Había entrado en un círculo vicioso de reflexiones que, irónicamente, en la sala de disecciones me llevaron a cuestionarme el sentido de la vida.
Por eso, no fue nada como me esperaba. Esperaba asco, quizás mareo, pero eso fue lo último que sentí. En mi interior sentí muchas cosas pero nada de eso. Sin embargo existe un sentimiento que afloró y que se mantuvo a flor de piel durante toda la práctica de anatomía: la compasión hacia otra persona, hacia otro ser humano que quizás hoy esté en mejor vida y que me permitió ver la muerte desde una nueva perspectiva. Así, lo único que recordaré de mi primera "disección" será la atmósfera que reinaba en la sala: una atmósfera de muerte, de respeto, donde parecía que los vivos jugaban con los muertos y en general, una atmósfera donde no se medía el temple y la indiferencia ante un muerto, sino la humanidad de cada persona.

viernes, 14 de octubre de 2011

Amor es perdonar a tu BlackBerry por lo que te hizo pasar esta semana... Y lo demás son tonterías.

El objetivo de esta entrada debería ser una muestra del descontento, no sólo mío sino de miles de personas, con lo sucedido los pasados días con el servidor de la "innovadora" BlackBerry. La noticia se extendió como lo hace  un gas en una habitación, llegando a los oídos de todo el mundo. Yo personalmente creí en un inicio que sólo me pasaba a mi... No me entraba a Internet ni al servidor, no me funcionaban las aplicaciones hasta que descubrí que el problema era común. ¿Nos estaban vacilando? Por suerte yo no tengo una fuerte adicción a este pequeño aparato, pero me pregunto que habrá sido de esas personas que lo usan cada día, cada hora y cada minuto para comunicarse y saciar su voraz sed de chatear o navegar por la red. o, ¿qué será de los autónomos que lo necesitarían para realizar su trabajo?... La caída del servidor, por motivos aún desconocidos, ha provocado el caos entre sus usuarios que no tardan en apostar por la tecnología Android. En twitter, así como en otras redes sociales, miles de mensajes se subían por segundo. Mensajes de descontento con el servicio. Suerte que aún están los pesados ordenadores para permitirnos conectarnos a ese mundo llamado Internet, porque de no ser así, creo, e incluso afirmo, que más de uno hubiera necesitado unas pastillitas antes de irse a dormir. Y sí, yo soy un usuario de este servicio, y su fallo me produjo más de un problema y eso que no soy más que un estudiante universitario. Sin embargo, menos mal que las operadoras se han puesto las pilas y vía sms no sólo nos informaron en cada momento el estado y la evolución del problema, sino que además prometen compensar a los usuarios de la hoy tan problemática BlackBerry. Espero que esa compensación no sea una oferta para un nuevo contrato. Así el mundo de la tecnología ocupa cada vez más la atención de los medios pues, tras la marcha del emprendedor de Apple, una de sus principales competidoras a nivel de telefonía, la BlackBerry produce un drama a nivel mundial: el servicio había fallado y no se recuperaría hasta días después. Así que, tras meditarlo mucho he llegado a una conclusión. He llegado a las dos posibles hipótesis del fallo: o BlackBerry le dedicó un luto de 3 días de silencio a Steve Jobs o éste está bloqueando las BlackBerry desde el "Mac" allá.


viernes, 7 de octubre de 2011

Triste noticia acerca del alma de Apple...

Ayer, día 6 de octubre de 2011, a la temprana edad de 56 efímeros años, se despedía de nuestro mundo uno de los mayores revolucionarios de la historia tras perder la dura batalla contra el cáncer: Steve Jobs, fundador de Apple y figura imprescindible para entender la evolución de la tecnología de las últimas décadas.


"Apple ha perdido a un genio visionario y creativo y el mundo ha perdido a un asombroso ser humano", ha informado la empresa a través de un escueto comunicado en su página web. A modo de homenaje, la multimillonaria empresa ha incluido una fotografía de Jobs en su página de inicio dejando constancia así de que aunque, se haya ido el hombre que un día hizo realidad el sueño de millones de personas, su espíritu estará siempre en la base de Apple, pues con él nació la compañía en el año 1976, cuando su central se ubicaba en el interior de un garaje de California.



"Cáncer de Páncreas, el responsable del fin de una era en Apple"


Conocido por su amor por el detalle y la minuciosidad, Steve Jobs era lo suficientemente valiente para pensar diferente, lo suficientemente atrevido para creer que podía cambiar el mundo, y lo suficientemente talentoso para lograrlo. Se trata, pues, del autor intelectual de los productos que llevaron a lo más alto a la compañía, entre ellos el teléfono móvil iPhone, el reproductor de música iPod, y la tableta iPad entre otros.

Así que tenemos mucho que agradecer a este Thomas Edison del siglo XXI que hizo de un ordenador un artilugio simple de usar, que cambió la manera de hacer negocio con la música por Internet, que lanzó la telefonía móvil en otra dimensión y que cambió la visión del mundo a uno más "digitalizado" haciendo al hombre corriente dependiente de innumerables aparatos que en su vida hubiera creído necesitar.

De hecho, el popular símbolo de la manzana mordida con un bocado al lado derecho fue idea de Jobs, cuando a finales de la década de los sesenta, Los Beatles publicaban en uno de sus discos la imagen de la fruta del pecado en su portada: la manzana verde ("Apple Corps").



El revolucionario del garaje, el gurú que ha obsesionado a una generación de jóvenes y ha cambiado la manera de llamar, leer el periódico y hacer fotos, ya es un mito. 

Descansa en paz Steve Jobs, creador de Apple y luchador del día a día.


"Acordarme de que voy a morir pronto me ayuda a tomar las decisiones... Acordarse de que vas a morir es la mejor manera de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo, no hay razón para que no sigas tu corazón... Tu tiempo es limitado, no lo desprecies" Steve Jobs (1955-2011).


sábado, 1 de octubre de 2011

Hace mucho que no escribo nada que realmente salga de mi corazón. Quizás hasta ahora he compartido pensamientos, ideales, historias y anécdotas, pero ha llegado el momento en el que quiero compartir algo más que eso. Quiero compartir sentimientos. De hecho, hace mucho tiempo que no lloraba de felicidad ni de tristeza, y sonará rematadamente cursi, pero mientras que escribo estas líneas una cristalina lágrima está recorriendo mi mejilla. Hace mucho que no afloraba lo que siento por ti... Te extraño, y mucho 


No os relataré una historia de amor, sino una de admiración. La historia de mi crecimiento como persona, y la de uno de mis mayores ejemplos a seguir. ¿Su nombre? Michael Joseph Jackson, el insuperable Rey del Pop. Y no, hoy no es el aniversario de su muerte, ni el día de su cumpleaños, es un día completamente normal. Una tarde como otra cualquiera. Pero con una diferencia: esta tarde le he vuelto a sentir. Después de mucho tiempo he vuelto a ruborizarme hasta el nivel de llorar como un niño desconsolado al oír una de sus canciones: "Speechless".







En este momento pensareis que soy un niñato más. Uno de esos chicos que matarían por su ídolo como lo harían hoy las BELIEBERS por Justin Bieber. Sin embargo, os afirmo que mi fascinación por este curioso personaje no tiene comparación con la que sienten dichas ilusas fanáticas. Lo mío va más allá.


Yo nunca he visto a Michael Jackson como un objeto comercial o como un cantante. Siempre lo he admirado por lo que fue: una persona. Una persona que desde pequeño sufrió maltratos, una persona atacada por la sociedad, manipulada y engañada por doquier, pero sin embargo, capaz de alzarse por encima de todos y realizarse como persona. Se trata, pues, de una persona que con su angelical voz al cantar puede cambiar los sentimientos de cualquier individuo y llegar a su corazón. Una persona que entre las palabras de sus composiciones puede hacerte sentir comprendido y eliminar cualquier sensación de desamparo.


Desde hace muchos años me sentí identificado con "el Peter Pan del siglo XXI". Siempre aspiré a ser como este compositor, actor, bailarín, coreógrafo, y entre otras muchas cosas, cantante. Siempre imitaba sus pasos, bailaba su famoso "moonwalk" e intantaba convertirme en una fotocopia del autor de "thriller". Siempre... hasta el día de su muerte el pasado 25 de junio de 2009. "Michael Jackson muere por sobredosis de fármacos".


Ese día sentí como se derrumbó el mundo sobre mis hombros. Mis ilusiones por poder verle al fin en su última gira "This is it", se habían esfumado. Todo lo que hasta aquel entonces conocía había desaparecido. Y sin razón alguna le odié por haberme abandonado. Por haberme dejado completamente solo. Y así, recogí los posters, guardé los álbumes de fotos y recortes de noticias, los discos, y todo lo que pudiera recordarme a él.


Los días se pasaron lentos, y cada día le necesitaba más. Pero no volví a colocar posters, oír su música y ver sus videoclips hasta pasados los meses. Cuando asumí su pérdida y lo que más me dolía... que no podría saber de él nunca más. Y así comenzó la costumbre de encender una vela cada una de las noches. Una vela que se consumiría meses después... De este modo mi admiración había quedado impoluta a ese trágico suceso.


Pero si hay algo que mantuve, fue no volver a imitar sus pasos nunca más. No intentaría mejorar pues eso me parecía un intento de suplantarle. Sin embargo, a día de hoy, cuando oigo su música no puedo evitar mover mis pies, sentirme reconfortado y poseído por su esencia. Aún, a día de hoy, bailo bajo sus acordes pues me he dado cuenta que él es la leyenda, y nosotros, los fans, somos su legado. El legado eterno del rey del pop.


Te Amo Michael 



Meditación matutina.

Y ahora, reflexionando sobre la abstracción a la hora de definir el término "color", "idea", "sentimiento" y "esencia", he meditado sobre por qué pensar tanto en la vida... La vida no se trata de pensar, se trata de sentir.

Monotonía

No sé si soy el único ser humano en el planeta Tierra al que le pasa, pero me he dado cuenta de que la vida es una constante monotonía. La monotonía de andar, de respirar, de pensar e incluso, en el peor de los casos, de amar. 


Los días pasan, y pienso que ningún momento de nuestra vida se repetirá una segunda vez. De hecho, los segundos que estoy empleando en redactar esta mísera entrada no volverán nunca, al igual que tampoco lo hacen los que empleas en dormir, en comer, en estudiar... La vida es monotonía, y eso sucede porque no sabemos apreciar el tiempo que ésta pone a nuestra disposición. Y aunque, muchos optimistas vean la vida de mil colores diferentes, yo la sigo viendo en blanco y negro. La contemplo como quien observaba la televisión en los pasados años sesenta. Porque sí: así soy yo.


Todas las calles que paseemos son siempre las mismas, sea quien sea tu acompañante. El aire que respiramos es siempre el mismo, sea cual sea el lugar de residencia. La sangre que fluye por nuestras venas es siempre la misma, independientemente del contenido en oxígeno que ésta presente. La música que escuchamos suele ser siempre la misma, sea cual sea nuestra edad, así como nuestro estado de ánimo. Nuestra identidad es siempre la misma, donde sea que vivamos... Y aunque parezcan pequeños detalles, de hecho, insignificantes, estos datos son el inicio de una interminable lista. La rutina, la constancia y la monotonía se ha convertido en el pan nuestro de cada día. 


Viviendo en un mundo donde lo bueno se recalca en el blanco, y lo malo se oculta bajo lo negro. Así es como nos encontramos. Sin embargo yo lo tengo claro: no permitiré que esto reine en mi vida. Pues siempre conoceré gente nueva, haré cosas diferentes y lo más importante... encontraré esos pequeños momentos de felicidad que me saquen de esa monotonía y me permitan ver la vida como realmente es: preciosa y policromática.



viernes, 16 de septiembre de 2011

Novatada-

En las demás facultades había oído que era costumbre hacerle una novatada a los de primer año de carrera. Esos estudiantes, impacientes y curiosos, pero a la vez, temerosos por los estudios. Esos neófitos que se sienten como si estuvieran en una de las expansiones de los "Sims". Por suerte o por desgracia yo también me debo incluir en ese saco. Y tras lo de hoy, creo que es por desgracia.

Cuando lo oía me reía de quienes me lo contaban. Yo decía: "Mis compañeros de segundo son chachis. Nos ayudan y nos dan consejos. No me los imagino con ninguna novata" ¡UN COJÓN! Hoy descubrí que esa costumbre es común a todas las facultades, pero parece ser que en la mía fue más grande. Una novata a gran escala podría decir. Y voy más allá: UN RECORD EN EL MUNDO DE LAS NOVATADAS. Por primera vez me sentí en una película americana pues cosas como estas sólo pasan en American Pie.

Todo fluía por el caudal habitual. Entré a las nueve y tuve una insoportablemente larga clase de Biofísica y Física Médica, de mano de un profesor cuyo nombre no recuerdo ni tengo intención de hacerlo. Días atrás los alumnos de cuarto nos habían avisado de que hoy, día 16 de septiembre a las 10 teníamos una foto de grupo. Independientemente de ese hecho, yo me vestí desaliñado como siempre que tengo que madrugar, sin embargo más de una llevaba más maquillaje que barniz una puerta. (Un minuto de silencio por ellas, y quizás también ellos).

Yo estaba sentado con mi buena amiga Carolina en primera fila, esperando por la "foto". Sí sí. Esa foto que creo nunca olvidaré. Lo primero que vi fue al joven fotógrafo entrar con el trípode. ¿Lo segundo? Agua, mucha agua. 

Los alumnos de cuarto año entraban a la clase con batas blancas y pistolas de agua. Y sin decir el cordial "Hola buenos días ¿os importa que os mojemos?" dejaron la clase que parecía el Gran Salón del Titanic. Habían entrado por la puerta de atrás y por la de delante acorralándonos en una cárcel de agua. Globos llenos a rebozar estallaban contra mesas, paredes, sillas, apuntes, y lo peor... alumnos. 

Tras su repentina invasión hubo una pausa. Una pequeña tregua, en la que nos permitían dejar los libros y apuntes en un lugar seguro. Un lugar "impermeable". Tras eso, las salidas estaban acorraladas de alumnos que impedían escapar. Aún así yo lo conseguí. Pero no por mucho tiempo pues en breve me cogieron y me devolvieron a la clase. La puerta trasera quedó inaccesible para nosotros pues levantaron una "valla", quizás tan inútil como el rey en España. Pero no era eso lo que impedía salir, sino el acúmulo de estudiantes de segundo, tercer, cuarto, y quizás, quinto año, que se agrupaban para ser espectadores del ritual. 

Entre litros y litros de agua, nos obligaron a sentarnos en las inundadas sillas. Tras esos, una banda de "queridos y amorosos compañeros" nos tiraban huevos, o, los menos confiados en su puntería, los estallaban en la cabeza de los "novatos".

Después de eso, las demás horas pasaron más rápido. A un compañero le pusieron una peluca azul a juego con el tutú, y le hicieron bailar ballet sobre la mesa del profesor. ¿Su nombre? Azulito a partir de ahora. Una humillación por el resto de los años de carrera. Nos rebozaron en harina hasta parecer auténticas croquetas, que en breve comenzaría a fermentar. Creo que hoy descubrí la fórmula secreta de la gomina extra-fuerte.

A los chicos nos pintaron las uñas para que se sintieran más femeninas. A otros les pintaban en la espalda pequeños o grandes aparatos reproductores masculinos, de acuerdo al tamaño del pene del mismo, o a su estimación. Pero algo que nos hicieron a todos fue pintarnos una "N" en mejillas y frente, para no olvidar que somos y cuál es nuestro papel en esa "sociedad médica". 
Más tarde nos hicieron ser los camareros de los privilegiados espectadores de las últimas filas teniendo que llevar vasos a rebozar de sangría como sumisos sirviente. ¿La compensación? Que muchas veces ese vaso acabara derramado sobre tu cabeza. Posteriormente ya dejaban a los novatos probar tal refrescante bebida pues antes si lo hacías serías víctima de fuertes disparos de agua de todas direcciones. 

De hecho, imaginad la cantidad de globos acuáticos que sobrevolaban la clase, que un pedazo de techo acabó formando parte del suelo. Sí, los nazis atacaban, pero esta vez con agua. 

Durante este lapso de tiempo, varios acosadores se aseguraban de que estuvieras lo suficiente embadurnado en harina, y para ser un poco más caritativos, compartían chorros de sirope y nata. Total, que acabamos asquerosamente asquerosos. 

Después de eso, los novatos fuimos víctimas de viles juegos inventados por los estudiantes mayores. Juegos como los del Grand Prix, en el que te preguntaban algo de medicina avanzada y en caso de no contestar adecuadamente acababas con un tartazo en la cara. Juegos más sensuales en los que tenías que practicar ciertas posiciones del kamasutra con desconocidos, o comer un plátano con los ojos vendados como lo harían "La dama y el vagabundo", cada uno por un extremos hasta acabarlo, etc. 

Mientras los juegos continuaban, los novatos eramos víctimas de demás torturas. 

La novatada culminó con la elección de "Miss & Mister Novatos", con pasarelas, bailes, y demás actividades en las que demostrar los dotes de los participantes aspirantes al título. Una humillación en toda regla que no dejaba de hacer reir a los torturadores y a los espectadores. 

Espero que no creais que estos juegos eran voluntarios, pues los verdugos paseaban por la clase y oliendo el miedo, seleccionaban aleatoriamente a los jugadores de la prueba en cuestión. 

Todo finalizó con el juramento del novato. Quizás uno de los mejores momentos. En él, los mayores esperaban que nos hubieramos divertido (y lo hicimos en parte, y la parte esa es que perdimos las únicas dos horas de clase que teníamos), y hicimos un juramento que, con la mano en el corazón, acabó con un: "(...) y juro sobre lo jurado que me divertiré durante toda la carrera de medicina". 

Tras esas tres horas de sufrimiento, nos sacaron de paseo por toda la facultad en fila. Llevándonos y controlándonos como un pastor con sus ovejas, como un nazi con sus judios... A ambos lados, todos los estudiantes de la facultad nos miraban y reían. Sí, nos estaban humillando. 

Durante el paseo, las pistolas de agua no faltaron. Paredes de toda la facultad manchadas, suelos inundados, papeles tirados. Buena jornada de limpieza le espera a los de cuarto esta tarde en la facultad.

Finalmente nos llevaron a una sala. Yo ya me esperaba una cámara de gas o un grupo de matones que fueran a acabar la novatada. Por el contrario, había música, comida gratis y buen rollo. Era la fiesta de los novatos. 

Y sí, en el fondo lo disfrute. Disfrute este día en el que probablemente haya cogido una neumonía. Gracias "veteranos".



Medicina-

Hace un par de días, en la facultad de medicina donde yo estudio, encontré la sala de disección. Esa sala donde todos los aspirantes a médico quieren entrar a investigar los secretos más ocultos del ser humano. Esa sala que apesta disimuladamente a formol.
Tras haberla buscado durante unos diez minutos con mi compañera y amiga Carolina, la encontramos. Estaba al fondo de un largo pasillo que conjuntaba las tonalidades de blanco: camillas, suelo, techo, paredes, puertas, ventanas... Típico largo pasillo de hospital pero con el parecido de un escenario de una de las películas de pesadilla en Elm Street. Sí, los pasillos largos, con luces parpadeantes aterroriza, y te hacen estremecer al imaginar al atractivo Freddie Krueger al final de los mismo. Tampoco ayuda saber que al final de esos interminables corredores hay muertos.
El motivo de esta entrada no es el contexto en sí, ni tampoco mi hospitalizada facultad, sino el letrero que descansa sobre la blanca puerta de la sala de disección.
Un cartel enmarcado en un cuadro de madera muestra unas palabras en un dialecto para mí desconocido. "Latín" pensé al verlo, pues es lo más a lo que se parece y lo más lógico. Bajo la descripción, en letra más pequeña se encuentran las palabras traducidas. Esas palabras que me estremecieron pero a la vez emocionaron: "Este es el lugar donde la muerte se alegra de socorrer a la vida".
Y tanto que se alegra pequeños lectores, pues es ahí, "jugando" con muertos, donde podremos aprender cómo ayudar a los vivos.

Sin Internet en casa desde hace dos semanas...

martes, 6 de septiembre de 2011

Titanic ♥

Escuchando la Banda Sonora de una de las películas con las que he crecido, he pensado en dedicarle una entrada a ese largometraje que hace no mucho nos hizo llorar, y que probablemente a día de hoy lo siga haciendo. No hablo de películas infantiles como Disney (a pesar de ser un gran admirador del género), me refiero a una historia de amor. Un amor intenso que pudo superar cualquier barrera e impedimento. Esa es la historia de Jack y Rose a bordo del "Titanic". Una historia con un trágico final que nos ha hecho ruborizar a todos.


Recuerdo el salón de mi casa. Yo apenas tendría ocho o nueve años, pero eso no fue impedimento para que el sentimiento que transimitía la profunda voz de Celine Dion me invadiera e inundara. Esta multimillonaria película escrita, dirigida y producida por James Cameron se estrenó en la gran pantalla en el año 1997, con dos grandes actores que hicieron suspirar tanto a 'ellas' como a 'ellos': Leonardo DiCaprio y Kate Winslet cuando la juventud se apreciaba en su suave tez.

Como todo el mundo sabrá, esta película ha sido la más taquillera de la historia, únicamente superada por "Avatar", el film del mismo director que se estrenó el pasado año y que no dudó en arrasar en taquilla. Así queda demostrado el gran talento de J. Cameron.
 

De este modo, Titanic se ha ganado reconocimiento mundial. De hecho, ha sido una de las pocas películas ganadoras de once Óscars, incluído el de 'Mejor película', con escenas tan entrañables e inolvidables como en la que fascinada Rose grita: "¡Estoy volando Jack!¡Estoy volando! y que se cierra con su primer beso acompañada por esa espectacular banda sonora que no tarda en poner los pelos de punta. Esa escena que todo el mundo alguna vez ha tratado de imitar.

Se trata, pues, de una de las películas que han ganado descansar en mi estantería. Una película de acción, de drama, de historia... pero por encima de todo: una historia de amor


"Llamaban al Titanic el buque de los sueños, y lo era... realmente lo era"

lunes, 5 de septiembre de 2011

Feliz cumpleaños Freddie Mercury ♥

Sólo hace falta entrar en Google para ver que hoy es el 65 aniversario de Farrokh Bulsara, más conocido como Freddie Mercury. Quizás, el 65 aniversario de uno de los mejores vocalistas de la historia.


Homenaje Google a Freddie Mercury


Todos lo recordaremos por su profunda voz, capaz de cambiar los sentimientos que regurgitan en el interior de nuestro pecho. Se trata, pues, de un cantante que ha logrado vivir en cada uno de nuestros corazones incluso pasados los años. Corazones de viejas y nuevas generaciones que, desgraciadamente, no han podido pisar la Tierra al mismo tiempo que este peculiar hombre que un día gritó al mundo que quería ser libre ("I want to break free"), y lo más peculiar fue su modo de trasmitir dicho pensamiento: vestido como una mujer.


Y sí, Freddie Mercury se convirtió en uno de los primeros símbolos homosexuales, quizás con tanto poder como lo tiene hoy nuestra extravagante Lady Gaga. Pero a pesar de que los años ochenta no eran muy liberales que se diga, Freddie no dudó en cumplir su sueño y gritarle al mundo su sexualidad.


Ese era el vocalista, compositor y líder de Queen, un hombre nacido en otra época y que este 24 de noviembre hará 20 años desde que abandonó nuestro planeta a causa de una neumonía, derivada de haber contraído sida.


Así que sólo me queda decir que muchas felicidades Freddie Mercury ♥


"We are the champions my friends 
 And we'll keep on fighting till the end
We are the champions
We are the champions 
No time for losers
'Cause we are the champions of the world" 



domingo, 4 de septiembre de 2011

La infancia, esa dulce etapa de la vida.

La infancia. La ausencia de preocupaciones. Esa etapa tan bonita en la que nuestro mayor temor era el monstruo que pudiese haber en nuestro armario o bajo nuestra cama al caer la noche. Sin números rojos, sin responsabilidades. Esa es realmente la etapa más crucial de nuestra vida. La que siempre nos marcara y a la que siempre, y repito nuevamente, siempre querremos volver.






Se trata pues de una época mágica. Una época rebosante de imaginación y fantasía. Éramos capaces de jugar solos e imaginarnos en una gran batalla. Con una mirada profunda podíamos ver todo lo que quisiéramos ver. Dragones, duendes, monstruos, o lo que más me divertía y a la vez aterrorizaba: los zombies. 


La infancia, ese momento en el que la máxima decisión que tomábamos era a qué jugar. Todos amigos de todos, sin conflictos, sin peleas. Pues después de todo no eran peleas sino juegos de niños... 


Es en la niñez cuando aprendemos a dar nuestros primeros pasos, los cuales, probablemente, marcarán el camino que supone el resto de nuestras vidas. Aprendemos de nuestro alrededor y captamos todo lo que llame nuestra atención. 


Realmente la infancia se podría definir con únicamente una palabra: "soñar". Soñar no sólo cada noche al dormir, ni cada mañana al despertar, ni en cada una de nuestras aventuras... sino también soñar con un futuro. Soñar con lo que uno quiere ser: presidente, astronauta, actor, médico... Algunas ideas son descabelladas, eso depende de la avaricia del neófito, pero no por ello imposibles pues la felicidad consiste en realizar los sueños de la infancia.


Pero aún así, he llegado a la conclusión de que una feliz niñez no es obligatoriamente un derecho, pues muchos son alejados de ese mundo de príncipes, princesas y trolls. Trabajos forzados, niños abandonados... La infancia no debe ser un derecho, sino una obligación, pues es en la niñez donde realmente se crece, y no sólo físicamente, sino como persona


Tras esta melancólica reflexión sólo cabe añadir cuan envidioso me siento de Peter Pan, capaz de ser eternamente un niño. Así que hoy, si me preguntarán, que quiero ser de mayor, contestaría: "Sólo quiero volver a ser un niño".






viernes, 2 de septiembre de 2011

Las palabras se las lleva el viento

 ... sin embargo las acciones crean una historia. Una historia de amistad, de amor o de guerra. Todo depende de la accion, pero cuando se dice algo y se usan falsas promesas que nunca se llegan a cumplir, es entonces cuando nada tiene sentido.

Puedes decir misa, pero hasta que algo no se demuestre con hechos, nada cambia. Puedes prometer muchas cosas, puedes hablar sin pensar una y otra vez, pero solo a los estupidos se les convence asi.

Y es que no se debe prometer algo que luego no se tiene intencion de cumplir. Asi que por favor, deja de mentir. No me vendas algo que no piensas cumplir. Asi que nena, si realmente quieres algo. Si quieres cambiar el mundo... ACTUA. Y solo entonces algo cambiara. Pero no pretendas que sin pinceles el negro cambie a blanco.

Asi que desde ya lo digo:  si quieres que todo cambie, empieza a demostrarlo porque e tiempo pasa y con el, las decisiones cambian.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Y ahora que tengo 18 años me pregunto...

¿A QUIÉN COÑO VOY A VOTAR YO AHORA?

Lo que inquieta actualmente a la sociedad.

Como todos sabrán, España no vive un momento de esplendor precisamente. De hecho, creo que actualmente ni vive pues se encuentra ahogada en innumerables problemas. ¿Uno de ellos? La actual crisis que nos invade. 
Si nos fijamos, aunque no sepamos nada de economía, sabremos que aquí hay algo que no cuadra: Los precios suben y los salarios bajan. Las cuentas bancarias muestran trepidantes números rojos y cada vez tenemos menos comida en nuestras neveras. 
Y es que vivimos en un tiempo difícil en el que la economía ha pasado de ser próspera a estar a nivel del suelo. O mejor dicho: en las vías de metro, subterránea y tan escondida que ya ni yo misma la veo.
Para hacernos a una idea, sólo hay que pensar en ¿Cuántos billetes de 500 € hemos visto? Sinceramente, y bendecido sea quien lo haya hecho, yo no. De hecho, en los bancos españoles no queda ni uno de esos billetes violetas producidos en nuestro país. ¿Cómo puede ser eso? 
Sí, vivimos en una galopante crisis que no hace más que acentuarse. ¿La solución? Sinceramente no lo sé, pues de ser así creo yo que el problema se habría erradicado desde un principio pues ahorrar es imposible. Hoy en día quien ahorra o es rico o no vive. Lo que sí sé es que seremos las nuevas generaciones quienes tendremos que apechugar con el problema y tratar de hacer algo, hasta entonces os propongo una "solución". Una idea que quizás a muchos nos sacan del aprieto. El secreto de la riqueza ya está en la red y aquí os lo pongo.




Y sí, con humor os digo que esto es lo único que por ahora nosotros podemos hacer, pedir y pedir, y quizás algún día nos den (:



martes, 30 de agosto de 2011

Tic-Tac dice el reloj.

Y no sé que pensar. En los primeros años se tiene todo lo que en la vida se sobrevalora: Belleza y Juventud. Ambas juntas pueden hacerte invencible. Pueden hacerte de oro. 
Pero, ¿por qué es entonces este punto el que debes dedicar a los estudios? ¿por qué es este el tiempo en el que debes aprender y no lo tienes ya todo aprendido? Sinceramente, no entiendo el sentido de la vida. 
En mi opinión, esta es la edad perfecta. Tengo dieciocho años, una edad redonda que marca el inicio de una nueva etapa en la vida que no pienso desaprovechar. Aristóteles diría que la virtud reside en el término medio, pero ¿sabes qué es lo que yo pienso? Que a esta edad se debe vivir como uno más de los "Rolling Stones".
Bienvenido a la juventud. Bienvenido al mundo del sexo, drogas y Rock&Roll. 



Una estrella nunca muere

Y es que lo confesaré, pues desde que la vi por primera vez me enamoré. No hablo de una belleza singular, sino una belleza especial. Una obra de arte de gran estilo. Dicha obra es una mujer, o tal vez una diosa. Una mujer de otro tiempo, de otra generación.
Me hubiera gustado vivir en aquellos años. Unos años, a los ojos del actual mundo, olvidados. Pero ¿quién puede ser capaz de no recordarla? Se trata de un tiempo en el que "Los caballeros las prefieren rubias". Un tiempo diferente en el que las lenguas no dejaban de pronunciar su nombre y en el que los mejores amigos de las mujeres eran los diamantes ("Diamonds are a Girl's Best Friend"). Sí, se trata de los años cincuenta, un año marcado por el glamour. Un glamour único en esta mujer y propio de una actriz, cantante y modelo. 
Supongo que ya sabrás de quién hablo y si no es así, sólo debes limitarte a cerrar los ojos e imaginarte un traje corto blanco, un pelo rubio, una tez pálida y un elegante lunar. Hablo del primer símbolo sexual de todos los tiempos. La primera mujer en posar para la portada de "Playboy". Su nombre es Marilyn Monroe y seguro recuerdas su mítica escena sobre las humeantes alcantarillas de Nueva York, sujetando con sus manos sus faldas y una sonrisa en su rostro. 
Sí, hablo de una mujer mítica. De una mujer encerrada en un tiempo al que deberíamos volver, pues se trata del momento de mayor esplendor, no sólo cinematográfico, sino en todos los ámbitos. Unos años de gloria, glamour, y como diría Marilyn, diamantes.



- What do I wear in bed? Why, Chanel No. 5, of course -

sábado, 27 de agosto de 2011

Cuando uno está realmente seguro de que no va a perder a quien quiere

Cuando uno está realmente seguro de que no va a perder a quien quiere tiende a infravalorarlo, quizás porque en el fondo cree saber que nunca se dará el caso, y cuando ésto sucede el palo es aún mayor, pues es algo que ya dábamos por asegurado. Un palo quizás tan grande o mayor como la decepción de un jugador al ver su estrategia desecha, o incluso como la decepción de un enamorado al sentirse rechazado. Eso es lo que le pasó a mi mejor amiga, o como ella prefiere considerarse, mi ex-amiga. Siempre fuimos mejores amigos, como uña y carne, desde hace muchos años los que sin duda, calificaría como los mejores de mi vida, pues fue cuando realmente descubrí el valor de una verdadera amistad. Una amistad llena de experiencias únicas e irrepetibles, pero todo en esta vida se acaba. Pues por una serie de circunstancias me he visto obligado a alejarme de ella. De su mundo, de su realidad. Y sí Carolina... Ésta es nuestra historia.
Yo no contaré ningún sueño ni ningún mero pensamiento o temor, pero si me gustaría plasmar mis sentimientos. No negaré que te echo de menos, pues en su día prometí nunca mentirte, pero si te reconozco que estoy dolido y es por eso que he decidido alejarme y te diré por qué: porque quiero que me demuestres que aún me extrañas, que me me quieres, que lo que en su día me entregaste en una postal es cierto y que realmente quieres recuperarme. Porque si yo estoy aquí, en una tibia noche, en la playa desde la Blackberry escribiendo esto es porque realmente quiero que me recuperes. ¡HAZLO! ¡RECUPÉRAME y así demuestra al orgulloso de tu mejor amigo que aún estás ahí y que sigue siendo parte de tu vida.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Dulce esquizofrenia


A mi alrededor miles de personas dialogaban.
Personas de todas las edades, de todas las clases y, también, de todos los tiempos.
A mi vera Hitler descansaba mientras debatía con Mussolini las causas de la derrota. Al otro lado unos jóvenes de mi edad recitaban poemas en un dialecto, para mí, desconocido.
El mundo se había vuelto loco y yo estaba sumergido en medio del caos.
De pronto todo pareció detenerse. Las agujas del reloj marcaban las doce, así que en breve la damisela se convertiría en una burda niñera. "Un zapatito de cristal" esperaba oír, pero no fue así.
La locura me rondaba, los ojos me dolían. ¿Donde estaba?
Así la cabeza me dio tumbos y terminé por desfallecer sobre el áspero suelo.

Al abrir los ojos estaba bajo un árbol frondoso. Entre sus raíces yacía mi cuerpo. Un joven enmascarado secuestraba frente a mí a una joven.
¿A donde vas? ¡Espera!
El tiempo volvió a correr, y el tic-tac me mareaba.
El bandido desapareció entre la penumbra del bosque, y yo sin dudarlo le perseguí.
A medida que andaba el aire se volvía más frío. Todo se volvió oscuro.
El suelo se movía bajo mis pies, se oían susurros que pronto se convertirían en gritos.
Sobre mí la luna se teñía de rojo, se enfundaba en un apretado traje para salir al amanecer.
Eran las cinco de la tarde. Los minutos se habían vuelto horas, y las horas a su vez minutos.
Todo daba vueltas, nada tenía sentido, así que decidí apresurarme y correr.
Pasados unos metros, me encontraba en otro sitio. La cubierta de un barco. Un barco pirata que surcaba los mares.
A mi alrededor no había nadie, ¿se trataría de un barco fantasma?
La melodía de las sirenas llegaba hasta mis oídos, obligándome a saltar.
Debía resistirme pero mi cuerpo cedía. Mis pies andaban y pronto fui abrazado por las fauces de un mar agresivo.
Al abrir los ojos me di cuenta de que me hallaba en la misma habitación de entonces. Donde Hitler descansaba mientras debatía con Mussolini las causas de la derrota. El mismo lugar donde unos jóvenes de mi edad recitaban poemas en un dialecto, para mí, desconocido. Había vuelto allí, pero la única diferencia es que ahora estaba solo.
Lentamente las barrocas paredes fueron dando lugar a unos claros muros acolchados. La silla donde descansaba se convirtió en una blanca camilla. Y el resto de la habitación se fue esfumando hasta convertirse en un único elemento: el color blanco.
No era la primera vez que me pasaba, ni la segunda, ni la tercera. Sabía que no me quedaba mucho.
¿Locura? Tal vez. O como lo llaman los médicos: ¿Trastornos mentales? Quizás.
Pero yo mi esquizofrenia no la veo como una enfermedad, que en sus arrebatos me hace delirar, que me hace volverme agresivo sumido en ataques, que me hace ver lo que no hay. Para mi la "esquizofrenia" no es un problema, sino un manjar. Un manjar que siempre antes de acostarme, me permite... soñar.